el Modelo de Responsabilidad Personal y Social (MRPS)

desarrollar una estrategia para ganar al equipo contrario empleando todo lo aprendido en las sesiones anteriores y ejerciendo el rol de líder para trabajar el nivel IV del MRPS. Durante el encuentro de grupo, se reflexiona sobre las decisiones tácticas de los capitanes y los miembros del grupo. Se propone de forma constructiva cómo podrían haber mejorado los resultados para crear un clima de concienciación táctica (el docente puede registrar las reflexiones de sus estudiantes para evaluar los criterios relacionados con la táctica). Para finalizar, se establecen los roles para la siguiente sesión (árbitros, entrenadores y jugadores). En la décima y última sesión de la situación de aprendizaje, se simula una situación de partido en toda la pista, se hacen dos equipos y habrá 2 árbitros y 2 entrenadores. El resto son jugadores y suplentes de los equipos. La premisa es que todos los estudiantes juegan el mismo número de minutos. Se sigue trabajando el liderazgo y la ayuda a los demás ya que durante esta sesión los propios estudiantes son los encargados de organizar y arbitrar el partido, los intercambios de jugadores y dirigir la conciencia táctica. El docente es un mero espectador, que puede utilizar esta sesión para evaluar el producto final. En la responsabilidad en acción, se propone la situación global de juego, como si fuese un profesional, de duración reducida. Durante la conciencia táctica los entrenadores reúnen a sus jugadores y, respetando las opiniones del entrenador (nivel I de MRPS), comentan los aciertos y tratan de mejorar los errores tácticos. Cada equipo por separado propone una ejecución de la habilidad para mejorar aquellos aspectos que se han trabajado en la concienciación táctica, el docente guía en este proceso a los estudiantes para que seleccionen una actividad acorde a lo que quieren mejorar. Una vez que cada grupo ha trabajado este aspecto de forma aislada se inicia de nuevo el partido durante la fase del retorno de la situación global de juego. Durante la fase de encuentro de grupo se realiza un balance de los valores de responsabilidad trabajados, cada alumno lleva un avatar y lo coloca con velcro en la pirámide de niveles. Además, se ponen ejemplos de transferencia y se reflexiona con los estudiantes sobre lo que han logrado transferir de la escuela a su contexto cotidiano. Por otro lado, se lleva a cabo una autoevaluación de la situación de aprendizaje con la estrategia de los pulgares, haciendo hincapié en aquellos estudiantes que tengan una percepción negativa. También se valoran los progresos a nivel táctico y de conocimiento de los deportes trabajados. Se finaliza la situación de aprendizaje con un “grito de guerra” conjunto que crea toda la clase en equipo. A continuación se presenta la Tabla 3, que resume la secuenciación didáctica de esta propuesta de hibridación de modelos pedagógicos.