el Modelo de Responsabilidad Personal y Social (MRPS)

sentido, tradicionalmente se ha planteado el trabajo de los niveles como una opción progresiva, cimentando el trabajo posterior en la adquisición de las conductas y valores promocionados en el nivel anterior. Actualmente, autores como Jiménez-Parra et al. (2024) justifican la no necesidad de un tratamiento progresivo de los niveles, pudiendo compatibilizar un trabajo alterno y discontinuo en su tratamiento práctico (ver Capítulo 3 de este libro). Por ejemplo, el profesorado de EF podría estar promocionando valores y habilidades recogidos en el nivel III, sin necesidad de un tratamiento continuo previo a la adquisición de los valores establecidos para el nivel II. De igual modo, también se contempla la posibilidad de aplicar el trabajo de varios niveles de modo simultáneo en un mismo grupo de estudiantes. No obstante, entendemos que este tratamiento discontinuo o heterogéneo de cada uno de los niveles requiere de dominio y formación por parte del profesorado en su aplicación (Hernando-Garijo et al., 2021). De lo contrario, podríamos dificultar la atribución de las consecuencias a la aplicación del MRPS en favor de otros factores como podría ser el estilo interpersonal del docente o cualquier otra circunstancia que pueda influir indirectamente en el comportamiento positivo de los estudiantes. De igual modo, autores como Gordon (2020) centran su atención en respetar la filosofía y los pilares del MRPS, permitiendo la contextualización del MRPS en función de las características del alumnado y del entorno de aplicación. En este sentido, por ejemplo, justifica la posibilidad de adaptar elementos clave como la estructura de sesión educativa. No obstante, lo que sí sería necesario es hacer referencia constante a la transferencia de los valores promovidos en las sesiones a otros contextos más allá de la EF, recogido en el nivel V, mostrando ejemplos claros de aplicabilidad de lo aprendido a otros contextos, suponiendo la meta social de referencia o producto final de la propuesta de aprendizaje. Afrontando elementos definitorios del MRPS, cada uno de los niveles se encuentra determinado por unas estrategias y métodos específicos a desarrollar por el alumnado y el profesorado. En el presente capítulo, se presentan dinámicas de aplicación de estos elementos metodológicos de cada uno de los niveles de responsabilidad, ejemplificado con contenidos específicos de EF, en una intención clara de ofrecer recursos prácticos al profesorado para su puesta en práctica. Con este propósito se ofrecen diferentes estrategias, generales y específicas, en situaciones reales de acción. 3. Experiencia/propuesta didáctica 3.1. Contextualización Como se ha introducido, se proponen diferentes propuestas de aplicación de cada uno de los niveles de responsabilidad, utilizando distintas prácticas que se realizan en EF. En este sentido, pensemos en un grupo de alumnos que podríamos tener en nuestras clases de Educación Secundaria o Bachillerato. Nos gustaría resaltar aquí la idea de que no focalicemos la aplicación del MRPS únicamente en grupos disruptivos, dado que, como se ha justificado a lo largo de los capítulos anteriores, son muchas las posibilidades que ofrece esta metodología en diferentes tipologías de estudiantes. Por ello, se plantea un grupo neutro, heterogéneo en cuanto a competencia motriz, afectiva, social y cognitiva, acercándonos a la realidad de los centros. De igual modo, el lector debe entender las dinámicas de aplicación que se presentarán como extensibles a cualquier curso de la etapa. Por otro lado, con la intención de contextualizar la experiencia didáctica, se planteará un trabajo práctico de cada uno de los niveles, aplicando diferentes estrategias definitorias y simulando situaciones

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