el Modelo de Responsabilidad Personal y Social (MRPS)
d) Valorar los progresos, ofreciendo feedback positivo durante toda la intervención. El alumnado debe tener referencias de sus aprendizajes. En este sentido, la estructura de sesión del MRPS facilita momentos para el diálogo y aplicación de la evaluación formativa durante todo el proceso. e) No olvidar la promoción de transferencia a otros contextos. Hay que recordar que no se hace necesario el trabajo previo de niveles anteriores para llegar a promocionar la transferencia. Es mucha la bibliografía que recoge integrar la transferencia desde el inicio, dotando de carácter competencial a todos y cada uno de los comportamientos o valores promocionados en cada uno de los niveles. Teniendo en cuenta lo expuesto, se plantean posibles fases generales para su aplicación (Manzano Sánchez et al., 2020). Fase 1. Marco general de actuación: normas y consecuencias En las primeras sesiones de intervención, es fundamental el desarrollo de un marco normativo de referencia , así como las consecuencias de su no cumplimiento por parte de los estudiantes. Esta acción permitirá dotar de un marco común de actuación, tanto al profesorado como al alumnado. En este sentido, se recomienda negociar y consensuar dichas normas con los estudiantes , haciéndoles partícipes del proceso e implicándolos en su aprendizaje. El carácter personal y social de los valores relacionados con el MRPS permite concretar dichas normas, a modo de objetivos de aprendizaje o metas a conseguir y respetar. En este sentido, esta acción de diseño del marco normativo se convierte en una experiencia inicial de autoevaluación para el alumnado, haciéndoles partícipes y conscientes de aquellos elementos que quieren que estén presentes en sus clases, aceptando las consecuencias de su no respeto o cumplimiento. Una posible dinámica para hacerlo podría ser plantear una lluvia de ideas ( brainstorming ), grupos de trabajo o propuestas directas por parte del docente que el alumnado debería aceptar, matizar o rechazar. Quizás sea un momento idóneo para aplicar una de las técnicas definitorias del MRPS como es la aplicación de los mecanismos de evaluación a través de la técnica del pulgar, ayudando así al alumnado a sumergirse en la filosofía de aplicación. Fase 2. Selección de estrategias para la resolución de conflictos en las sesiones Al igual que en la fase anterior, en las primeras sesiones de intervención, el profesorado podría promover dinámicas para “enseñar” al alumnado la resolución de posibles conflictos en el grupo. El marco de referencia debería estar basado en el marco normativo realizado anteriormente. Para ello, el profesorado será el responsable inicial de crear un clima de aula correcto mediante la comunicación con los estudiantes, motivándoles, animándoles y explicándoles brevemente en qué consiste el modelo, situándoles en el nivel promocionado, así como las actitudes que no se permitirán en clase. Por ello, en las primeras sesiones, donde se trabajan los niveles más básicos, los docentes podrían fomentar una mayor motivación extrínseca (con el fin de captar la atención de los jóvenes) en base a recompensas (elección de grupo, tarea elegida, etc.), especialmente, cuando exista un gran déficit motivacional por parte del alumnado para, poco a poco, ir focalizando el cumplimiento de las expectativas en refuerzos sociales (gestos de aprobación y reconocimiento público de su trabajo), buscando la motivación más autodeterminada en las tareas y en el desarrollo de las sesiones.
Made with FlippingBook - professional solution for displaying marketing and sales documents online