el Modelo de Responsabilidad Personal y Social (MRPS)

Del mismo modo, es interesante fijar o plantear las expectativas en base a retos , donde se les recompense socialmente a los participantes cuando vayan logrando manifestar los valores asociados a cada uno de los niveles. En este sentido, aprovechamos para recomendar la operativización de los niveles en base a conductas de cada uno de los valores propios de cada nivel, lo que facilitará la observación y la comprensión por parte del estudiante. Por ejemplo, si estamos promocionando la ayuda a los demás y el liderazgo, propio del nivel IV, sería recomendable ejemplificar al inicio de la promoción del nivel cómo se operativizan esos valores. Preguntar a quien lo necesita, dirigir un grupo en una actividad o tarea determinada, ser ejemplo de respeto o dinamizar un debate podrían ser conductas propias asociadas a dicho nivel. Todo ello facilitará que el alumnado entienda las expectativas que se fijan, sabiendo claramente qué se espera de ellos en función del nivel de responsabilidad que estemos promocionando. Fase 3. Sistema para el registro del cumplimiento de expectativas No es necesario sentir el diseño de un sistema de registro como una amenaza en los estudiantes. En este sentido, el profesorado debería diseñar un sistema de registro de información para ir recogiendo evidencias del cumplimiento o no por parte del alumnado de las expectativas que se fijan en el trabajo y promoción de cada uno de los niveles de responsabilidad. A modo de ejemplo, si estamos trabajando el nivel I de respeto y la expectativa fijada es “ cumplir con las normas de la tarea ”, sería idóneo que el docente registre el nivel de cumplimiento del estudiante de dicha expectativa, con la intención de poder ofrecer feedback formativo, modelando las conductas y las respuestas adaptativas o desadaptativas del alumnado. Para diseñar este sistema de registro, se presentan varias opciones: ŦŦ Paneles visibles de responsabilidad. Esta opción puede ser aplicada de diversos modos, en función del tratamiento o implementación que estemos haciendo de los diferentes niveles de responsabilidad. Es decir, si estamos aplicando un tratamiento homogéneo de un determinado nivel para todos los estudiantes, se podría ofrecer un registro individual de cada estudiante, identificando el nivel de cumplimiento de la expectativa trabajada en dicho nivel. En caso de que hagamos un tratamiento grupal, se podría registrar el nivel de cumplimiento grupal (gran grupo o pequeños grupos). En este sentido, se podría plantear el cumplimiento de la expectativa generada a modo de reto cooperativo, siendo necesaria la participación positiva de todo el grupo para conseguir un resultado positivo. Con el fin de estimular el trabajo cooperativo y colaborativo del grupo en búsqueda de un cumplimiento grupal de las expectativas fijadas (por ejemplo: respetar, como grupo, el material e instalaciones), se podría promover la aplicación colectiva del sistema de recompensas o feedback grupal. Una posible dinámica podría ser la visibilización de un panel de responsabilidad en el que se condecorarían conductas grupales (pequeño o gran grupo). Este tipo de propuestas busca fomentar el cumplimiento de normas y valores asociados a cada nivel de responsabilidad “animados” por la presión grupal que pretende conseguir dichas recompensas. En las edades en las que los estudiantes se encuentran, la opinión de los otros compañeros, así como la fuerza que ejerce el grupo, pueden ser un buen aliado para conseguir conductas positivas. Este panel debería estar visible en el pabellón o aula (Manzano Sánchez et al., 2020). Por otro lado, como se ha establecido en las recomendaciones generales, se debería dar visibilidad al nivel de cumplimiento de la expectativa relacionada con el valor promocionado en cada uno

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