el Modelo de Responsabilidad Personal y Social (MRPS)
derecho a privilegios o a consecuencias positivas, pactadas previamente con el alumnado. En caso de seguir persistiendo el comportamiento disruptivo del estudiante en cuestión, podemos adoptar la estrategia de tiempo fuera , en la que se extrae al estudiante de la actividad, se reflexiona con él y se le hace consciente de su incidencia negativa en el clima de la clase. Posteriormente, se intenta buscar el compromiso de revertir su conducta a través de un contrato individual de conducta , en el que se puede hacer partícipe a otros agentes como las familias, tutores o equipo directivo. En dicho contrato se debe fijar claramente las conductas a revertir (relacionadas con el nivel de responsabilidad promocionado), así como las consecuencias. Tras un tiempo de evaluación (por ejemplo, con la estrategia de cinco días limpio), el alumnado puede conseguir cumplir con su plan de actuación. En caso de persistir, otras acciones deberían ser consideradas, más allá del contexto de la EF, pudiendo acudir al reglamento de régimen interno del Centro Educativo, equipo directivo, Departamento de Orientación o reunión individual con las familias. Por otro lado, ¿cómo actuar si en lugar de un alumno son varios? Se podría aplicar la estrategia de tiempo muerto , interrumpiendo la sesión y fomentando un tiempo para la reflexión grupal, tratando de hacer consciente al grupo de que esas conductas no son tolerables ni permitidas, dado que están influyendo negativamente en el clima del aula. Para ello, en función del número de estudiantes implicados, puede adoptar estrategias como las comentadas anteriormente, buscando revertir su actuación en la reanudación de las tareas de la sesión. Al igual que en la estrategia tiempo fuera , dicha situación debería ser abordada en el momento de encuentro de grupo y evaluación. Tarea 02: FORNITEF. “Propuesta basada en la original de Víctor Arufe (https://www.victorarufe. com/fortnite/), profesor de la Universidad de La Coruña. El juego tiene diferentes posibilidades de práctica. Se decide adaptar una de sus modalidades, la modalidad escuadrón. En este sentido, se establecen tres grupos y dos roles de acción. Dos de los grupos se enfrentan y un tercero ejerce el rol de observador. El objetivo de la tarea es conseguir impactar con el móvil (de diversa tipología) en el cuerpo del adversario, tratando de que todos los jugadores del equipo contrario queden anulados. No obstante, una vez dado con el móvil en el cuerpo por parte del adversario, se tiene la opción de revivir siempre y cuando un compañero o compañera suyo haga ejercicios de fuerza-resistencia a su lado (por ejemplo: 10 jumping jacks). Estos ejercicios son propuestos por el docente y pactados con los alumnos (adaptar a conveniencia). Al igual que en la tarea anterior, este tipo de prácticas invitan al no cumplimiento de la acción a realizar. Son excepcionales para que afloren actitudes y conductas que debemos moldear, relacionadas con el nivel I de respeto, y que, bien afrontadas desde el inicio de la implementación del MRPS, permiten ejemplificar al alumnado muy bien la filosofía de base sobre la que van a trabajar. En cuanto a posibles estrategias específicas que se pueden aplicar para avanzar en la construcción del clima de aula positiva bajo los postulados del MRPS, podríamos aplicar las mismas que las anteriores, además de optar por un renegociado de las normas de la propia tarea, con la intención de dinamizar el juego. No obstante, esta tarea introduce un rol nuevo con respecto a la anterior y es la presencia de estudiantes con el rol de observadores , lo que hace que tanto los que están practicando el juego como los que están observando tengan claras las conductas a realizar y observar, siendo conscientes de ello. Esta distribución permite aplicar la estrategia de “ los estudiantes arbitran ”
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