el Modelo de Responsabilidad Personal y Social (MRPS)

y basado en logros de rendimiento en comparación con los otros, el docente debe reconocer los progresos en relación con el cumplimiento de las convenciones sociales, así como a las conductas propias del nivel y del programa. Por tanto, el éxito debe orientarse a la tarea, es decir, al progreso individual autoreferenciado atendiendo a las expectativas fijadas para cada sesión. Todos los participantes deberían poder experimentar “este éxito” y así debe ser reconocido por el docente y sus compañeros. Por tanto, se busca involucrar al alumnado en un clima de no comparación con el resto y de buscar su propia mejora. 3) Responsabilidad en la acción. En esta fase se fomentan los aprendizajes propios de la situación de aprendizaje del colpbol, integrando en ellos la filosofía de promoción de valores relacionado con el nivel II. Tras un calentamiento inicial, en el que podemos aprovechar para que sea desarrollado en pequeños grupos por los propios estudiantes, se plantean las tareas recogidas en el Anexo 1, en el que se muestra un esquema tipo de sesión que podría servir al lector para tener una estructura clásica de la misma. Como ya se ha dicho anteriormente, es momento de ir integrando los aprendizajes propios de la situación de aprendizaje que estemos desarrollando con la promoción intencional de valores y habilidades para la vida que se correspondan con el nivel en el que estamos trabajando. En este caso, en el nivel II se han seleccionado las estrategias antes expuestas. Por ejemplo, el docente debe aprovechar los momentos iniciales y finales de la sesión (también durante toda ella), en los que entabla diálogo y debate grupal con ellos, para redefinir el éxito pretendido en EF a través de estrategias discursivas interrogativas, fomentando la implicación cognitiva y la participación de todo el grupo. Como anteriores estrategias, acciones mantenidas en una dirección permiten dar estabilidad a ciertos comportamientos o actitudes que no aparecen de modo espontáneo, sino a través de intervenciones intencionales. Otra estrategia que el docente debe tener presente en este nivel es modificar la tarea para favorecer la participación . Esta estrategia hace alusión a las modificaciones que el docente debe introducir en sus propuestas para conseguir la participación activa de todo el alumnado, evitando reglas o sanciones que conduzcan a la eliminación o la pasividad. Este enfoque debe estar intencionalmente presente en la promoción de este nivel, aunque bien podría ser una seña de identidad docente en la intervención bajo la filosofía de este modelo pedagógico. Una estrategia específica más que podemos implementar en este nivel es dar oportunidades de éxito . En línea con la legislación educativa actual, todas las tareas que se planteen deben ser accesibles a todo el alumnado, estableciendo la posibilidad de conseguir realizarlas de modo satisfactorio. Para ello, se deben ofrecer pautas y estrategias que deberían estar presentes durante todo el proceso de enseñanza y aprendizaje, como podrían ser la integración en grupos heterogéneos planteando objetivos cooperativos que inciten a la interdependencia positiva entre todos los miembros del grupo, plantear diferentes niveles para el cumplimiento de la tarea, asignar roles, entre otras. No obstante, nos gustaría destacar que estamos implementando un modelo que pone el acento en la dimensión personal y social del alumnado. Decimos esto porque las oportunidades de éxito que tienen los estudiantes en el cumplimiento de las expectativas fijadas con el nivel de responsabilidad son accesibles a todos ellos, dado que se trata de alcanzar el éxito personal y social, el cual puede ser adquirido mediante el cumplimiento

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