el Modelo de Responsabilidad Personal y Social (MRPS)

creación grupal al inicio de las sesiones, de modo que al final de la situación de aprendizaje todo el grupo clase (los 32 estudiantes) haya conseguido el desafío planteado. En sucesivas sesiones, un estudiante de uno de los grupos base (cada vez uno diferente) debe dirigir la evolución de la secuencia danzada, a través del proceso sumativo de pasos antes comentado. Dentro de los propios grupos base pueden gestionar quién será el alumno líder durante esa parte de la sesión, disponiendo cada grupo base de tiempo y espacio para practicar, en pequeño grupo, los pasos que se realizarán en esa fase inicial de la sesión. A modo de variante, se podría plantear que sea al final de la sesión cuando se añada un paso nuevo a la danza, reservando los inicios de sesión para practicar lo ya dominado por todos. Evidentemente, múltiples opciones para dinamizar esta propuesta son posibles, como el puzle de Aronson, trabajo por parejas, técnicas cooperativas varias, etc., no siendo objetivo de este capítulo su desarrollo, sino simplemente plantearlo como una de las posibilidades. Tarea 2. Construimos una danza en nuestro grupo. En este caso, dentro de la situación de aprendizaje planteada, se plantea esta dinámica para el trabajo en pequeño grupo. Cada grupo podría contar con su espacio específico de trabajo, teniendo como objetivo la construcción de una danza, guiados por el docente. Esta dinámica podría comenzar por un proceso de investigación grupal. Posteriormente, tras consensuar con el docente, se busca llegar a un acuerdo sobre el montaje que deben realizar. A partir de aquí, el docente y los propios estudiantes podrían diseñar una propuesta de trabajo mediante fases para lograr conseguir su reto u objetivo final. Teniendo en cuenta la estructura planteada, se pueden aplicar las estrategias de cesión de responsabilidad de liderazgo y enseñanza recíproca . Mediante un sistema de gestión rotatorio y posibles dinámicas para progresar en su aprendizaje, cada uno de los participantes podría asumir el rol de enseñar un paso al resto, de dirigir la repetición y perfeccionamiento de lo que tienen trabajado hasta ese momento, aportar feedback , hacer agrupaciones dentro de ese mismo grupo, etc. Se trataría de que experimentara la responsabilidad de gestionar y participar en el aprendizaje de sus compañeros. Esta acción suele revertir en un mayor respeto y disposición hacia el trabajo cuando no estén desempeñando este rol de líder, fomentando la empatía entre ellos y conductas prosociales hacia el objetivo final del grupo. De igual modo, dentro de esta propuesta, la enseñanza recíproca es una opción muy adecuada para favorecer la ayuda entre iguales, objetivo de este nivel de responsabilidad. Mediante pares, los estudiantes progresan en el aprendizaje de la danza, fomentando la corresponsabilidad entre ellos, en busca de avanzar en su aprendizaje. Además, esta agrupación por pares puede ser ampliada entre varias parejas, terminando el grupo base trabajando al unísono. Tarea 3. Enseñamos nuestra danza a los demás grupos. En esta fase de la posible situación de aprendizaje planteada, cada grupo evoluciona en dos direcciones. La primera de ellas sería demostrar al resto de grupos cuál ha sido su creación o producto final, realizando su danza hacia el resto. Esta acción de evaluación podría ser dinamizada a través de coevaluación intergrupal, así como plantear una posible autoevaluación grupal e individual. Posteriormente, los sucesivos grupos irían haciendo lo mismo. Finalmente, podríamos plantear una situación de enseñanza de cada estudiante hacia el resto de los grupos. En este sentido, dos estudiantes de cada grupo enseñarán su danza al resto de los compañeros. La dinámica podría ser la

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