el Modelo de Responsabilidad Personal y Social (MRPS)
trabaja la responsabilidad personal, es decir, cada alumno es responsable de desarrollar su propio rol para conseguir el objetivo común del grupo al mismo tiempo que desarrollan funciones de liderazgo propuestas por el MRPS; 2) en la metodología empleada en el MED, conforme avanza la pretemporada, el docente poco a poco otorga mayor responsabilidad fomentando así la autonomía del alumnado, aspecto que se trabaja a partir del tercer nivel del MRPS; 3) a través de la competición y con el desempeño de roles como el de árbitro, se fomentan valores como la empatía o el respeto, coincidiendo este último con el primer nivel propuesto por Hellison; 4) mediante la formación de distintos comités propuestos por la metodología del MED, se trabaja la responsabilidad social del alumnado coincidiendo así con dos de los niveles propuestos en el MRPS; y 5) ambos modelos persiguen que todos los aprendizajes y valores adquiridos sean transferidos a situaciones de la vida real, por ejemplo, durante la competición se pretende fomentar el respeto del alumnado. Una de las medidas que se proponen es otorgar puntos por juego limpio mediante el registro de datos. Por ello, es relevante que en este caso el alumnado conozca que, durante la competición, el objetivo principal no es ganar, sino que se deben tener en cuenta otros aspectos como practicar juego limpio o el respeto hacia los compañeros para conseguir el objetivo final. Finalmente, la literatura ha reflejado que la hibridación de estos dos modelos pedagógicos puede generar efectos positivos en el alumnado, no solo en la responsabilidad personal y social, sino también en variables como actitud hacia la violencia, la satisfacción de las necesidades psicológicas básicas (Menéndez-Santurio y Fernández-Río, 2016) o en el nivel de pericia y empoderamiento personal (Hastie y Buchanan, 2000), debido a que las características que se ponen en práctica durante su desarrollo proporciona que ambos modelos se fortalezcan mutuamente. 3. Propuesta didáctica 3.1. Contextualización La propuesta didáctica que se presenta puede ser enfocada para los últimos cursos de la etapa de Educación Primaria (5.º y 6.º) o para los primeros cursos de la etapa de Educación Secundaria (1.º y 2.º). En función del curso y sobre todo de las características del alumnado, se deben realizar las adaptaciones pertinentes. En relación con las características del grupo-clase, se cuenta con una ratio aproximada de 25 alumnos en los cursos de Educación Primaria y 30 alumnos para los cursos de Educación Secundaria. Esta propuesta didáctica está enfocada para un grupo competitivo que en algunas ocasiones ha tenido problemas de conducta durante la competición. Se ha decidido realizar esta propuesta porque hoy en día es muy común ver conductas antideportivas por parte de los niños desde edades tempranas, por lo que se considera un aspecto esencial que se puede trabajar desde la asignatura de Educación Física. Para ello, se plantea una hibridación del MED y el MRPS. En esta hibridación, priman las fases establecidas por Siedentop et al. (2020) en el modelo (pretemporada, competición formal y fase final/ festividad) y conforme avanzan las sesiones se incluyen cada uno de los niveles propuestos por Hellison (2011). Como se puede observar en el apartado de secuencia didáctica, se ha incluido el mismo nivel en varias sesiones, para así que el docente pueda cerciorarse de que el alumnado ha cumplido el objetivo propuesto para pasar al siguiente nivel. Sin embargo, la inclusión de los niveles del MRPS no se ha
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