el Modelo de Responsabilidad Personal y Social (MRPS)
4. Consideraciones para su puesta en práctica En relación con las consideraciones para la puesta en práctica, se puede considerar la hibridación del MRPS con otros modelos pedagógicos, como por ejemplo el modelo de Aprendizaje Cooperativo. Este modelo ofrece una estructura distinta a la planteada en esta propuesta, pues no existe la competición. Según el contexto en el que se encuentre el docente, la competición puede ser un refuerzo positivo o negativo. Positivo en el sentido de trabajar valores como el respeto y negativo en el sentido de generar un sentimiento de ansiedad hacia el alumnado que huye de la competición. Aun así, consideramos la competición como un aspecto esencial que todo el alumnado tiene que vivenciar pues se aprende a trabajar en equipo, se aprende a ganar y perder y lo que es más importante todos los alumnos son imprescindibles para conseguir el objetivo final. Por otra parte, esta hibridación se puede compatibilizar con otras áreas del currículo, por ejemplo, la realización del escudo/bandera durante el horario de la asignatura de Plástica. Además, la inclusión de otro tipo de roles como el de periodista puede ser una opción para coordinarse con la asignatura de Lengua a través de la realización de crónicas de partidos y la forma de expresarse. Otro aspecto que se puede tener en cuenta en futuras hibridaciones, sobre todo, en la etapa de Educación Secundaria es la rotación de roles, de manera que todos los alumnos desempeñen al menos una vez cada rol propuesto durante la temporada deportiva. Así, todos los alumnos pueden ejercer los roles de liderazgo que coinciden con el cuarto nivel del MRPS. Como debilidades de la propuesta didáctica se puede destacar el reducido número de roles. En este caso, únicamente se han incluido los roles de entrenador, preparador físico, director deportivo y dos árbitros. Se ha decidido asignar el rol de árbitro a dos alumnos distintos para que tengan mayor posibilidad de vivenciar esta experiencia, ya que se considera imprescindible poder transmitir los valores aprendidos al contexto extraescolar. Otra de las debilidades que se puede destacar es la inclusión de todos los niveles, pero dependiendo de la edad del alumnado. En este sentido, puede ser que la implementación de todos los niveles pueda ser demasiada información para el alumnado de Educación Primaria. No obstante, debemos tener en cuenta que es una propuesta didáctica, pero si se lleva a la práctica puede ocurrir que no se puedan implementar todos los niveles del MRPS. En este caso, es preferible afianzar los niveles propuestos y asegurarnos que han cumplido el objetivo. Por el contrario, como fortaleza se destaca la formación de comités, no solo por la autonomía que otorgan al alumnado, sino porque ellos mismos estructuran y preparan la temporada deportiva en función de sus ideas y preferencias. Además, durante la formación y puesta en común de los comités se trabaja tanto la responsabilidad personal que tiene uno mismo para completar la actividad como la responsabilidad social que tiene con todo el grupo. Finalmente, esta hibridación se podría realizar en cursos superiores en la etapa de Educación Secundaria como puede ser 4.º ESO o bachillerato. Para ello, se podrían modificar aspectos como la elección de equipos o la asignación de roles por parte de los alumnos, fomentando desde los inicios la autonomía del alumnado. No obstante, en cursos superiores es necesario destacar la importancia del desempeño de cada uno de los niveles del MRPS y no centrarse en mayor medida en la competición.
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