el Modelo de Responsabilidad Personal y Social (MRPS)
Las variables mencionadas pueden tener implicaciones considerables para los jóvenes que participan en programas de desarrollo juvenil. Al buscar la comprensión entre los jóvenes y dentro de los programas, la entrega de los programas puede mejorar y los jóvenes participantes estarán más interesados en mantener su asistencia en un programa bien gestionado y relevante. Los programas después de la escuela pueden funcionar como sitios para dicho desarrollo juvenil. 4.2. Programas después de la escuela Los programas después de la escuela son una de las estrategias más prominentes para promover el desarrollo juvenil positivo. Los niños de padres que trabajan a menudo están solos en casa entre las 15 y las 18 horas (Capella y Larner, 1999; Coatsworth y Conroy, 2007; Halpern, 1999) y tienen la oportunidad de involucrarse en comportamientos delictivos, actividades sexuales y experimentar con drogas (Coatsworth y Conroy, 2007; Halpern, 1999). Por lo tanto, los programas después de la escuela pueden ser una opción para prevenir tales comportamientos. Existen varios tipos de programas después de la escuela que utilizan diversos formatos y estrategias para mejorar los comportamientos sociales, emocionales y físicos positivos en los jóvenes. Los programas después de la escuela pueden involucrar programas basados en la recreación y actividades extracurriculares que incluyen deporte. Por ejemplo, Hartmann (2003) realizó un estudio etnográfico sobre un programa comunitario dirigido por un miembro local de larga trayectoria y entrenador de la comunidad. El entrenador dirigía programas de baloncesto y atletismo para interesar a los jóvenes y prepararlos para asistir a la universidad. Además de dirigir el programa después de la escuela, el entrenador también gestionaba un programa juvenil de verano. Coatsworth y Conroy (2007) también abogan por la inclusión del deporte en los programas después de la escuela para promover la actividad física y la salud en general. Sin embargo, incluir el deporte en un programa después de la escuela requiere planificar actividades específicas con objetivos y metas claros y capacitar al personal juvenil para implementar el currículo (Coatsworth y Conroy, 2007). Además, los deportes son factores atractivos para un programa juvenil, ya que mantienen el interés y la participación de los jóvenes en el programa (Coatsworth y Conroy, 2007; Hartmann, 2003). Los programas recreativos también pueden cumplir este propósito. El programa nacional juvenil de la YMCA en los Estados Unidos (Young Men’s Christian Association, por sus siglas en inglés, aunque es conocida en algunos países hispanoamericanos como ACJ), basado en la recreación, típicamente se lleva a cabo antes y después de la escuela, así como durante el verano. Este programa incluye un plan de estudios que abarca el desarrollo personal y social, el desarrollo académico, y promueve la salud y el bienestar en general (YMCA, 2006). Aunque los programas de la YMCA tienen un plan de estudios específico (p. ej., tiempo para merienda, tiempo libre, actividades con tareas escolares) que seguir durante el tiempo asignado, ofrecen una variedad de actividades (p. ej., arte, música, juegos y actividades físicas) en las que los niños pueden participar. Los programas de la YMCA son programas en los que los jóvenes se inscriben, lo que significa que el programa no está diseñado para jóvenes que solo “entren y salgan”. Por otro lado, el Club de Niños y Niñas de América (BGCA, por sus siglas en inglés) está diseñado para que los estudiantes puedan entrar y salir del programa en cualquier momento mientras las puertas estén abiertas. El BGCA ofrece diversos programas de enriquecimiento (p. ej., talleres de prevención de alcohol y drogas), varias actividades, o simplemente un lugar donde
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