el Modelo de Responsabilidad Personal y Social (MRPS)
Autodirección en el Aprendizaje centrado en la Responsabilidad (Brockett y Hiemstra, 1991). Los autores observaron que el AC permite mejorar la responsabilidad y el compromiso grupal en estudiantes de Pedagogía. Fernández-Río (2014) identificó varios puntos comunes entre ambos modelos para animar a su combinación o hibridación: por un lado, la cooperación es esencial en el MRPS; y, por otro lado, la responsabilidad puede ser considerada un eje central en el AC. De hecho, tomando como referencia las Figuras 1 y 2 se puede ver cómo la interacción con el grupo también es esencial para cualquier hibridación. Recientemente, una intervención de Shen et al. (2024) tenía como objetivo ver la evolución del aprendizaje social y emocional (Osher et al., 2016) en un programa de desarrollo deportivo para jóvenes mediante la hibridación del MRPS y el AC. Los resultados determinaron de manera empírica que la hibridación de ambos modelos es factible y eficaz para promocionar un aprendizaje social y emocional significativo, observándose mejoras en el dominio afectivo, la capacidad de solucionar conflictos y el apoyo a los compañeros. Sin lugar a duda, a pesar de que hay poca evidencia científica respecto a hibridaciones con estos dos modelos, se puede concluir que puede ser un buen recurso educativo para favorecer y fomentar dos de los ejes principales de estos modelos: la responsabilidad y la cooperación. 3. Propuesta didáctica 3.1. Contextualización Con el fin de ilustrar de manera práctica todo lo que se ha mencionado en la primera parte de este capítulo, se presenta una situación de aprendizaje titulada “Juntos lo logramos: aprendemos a colaborar y respetar en equipo”. Está dirigida al tercer ciclo de la etapa de Educación Primaria, concretamente para el sexto curso (correspondiente a 11-12 años). El motivo por el que se ha decidido ejemplificar una hipotética intervención en cursos avanzados es para demostrar la importancia que el trabajo cooperativo y el desarrollo de la responsabilidad tienen a lo largo de toda la etapa educativa. De hecho, las edades comprendidas entre el tercer ciclo son especialmente importantes para el trabajo de la responsabilidad y el trabajo en equipo, puesto que es cuando se exterioriza el último estadio del desarrollo moral (Papalia et al., 2019). Esta situación de aprendizaje se ubica al inicio del curso escolar, concretamente en el mes de septiembre. Cabe destacar que, con el fin de que el lector no se sienta restringido a la hora de querer aplicar este tipo de hibridaciones a su contexto particular, no se realiza un desglose pormenorizado de las características de la clase. Tampoco se detallan el espacio, los materiales y otras características particulares más allá de que esta situación de aprendizaje está diseñada para desarrollarse en una asignatura que se imparte dos días a la semana en sesiones de 55 minutos de duración.
Los objetivos (didácticos) que se persiguen con esta hibridación son los siguientes:
ŦŦ Desarrollar la capacidad de trabajar en equipo, cooperar y respetar a los compañeros.
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