el Modelo de Responsabilidad Personal y Social (MRPS)

Parra et al., 2024). Por ello, es importante reconocer que la dosis-respuesta es un factor clave para su éxito. Lo primero que hay que recordar es que Hellison desarrolló el MRPS a lo largo de muchos años de trabajo con jóvenes a través de un constante ensayo y error (ver subapartado 2.1.). Esto demuestra que los docentes deben tener paciencia y persistencia para hacer funcionar con éxito este enfoque pedagógico. La implementación del MRPS supone un cambio en la filosofía de vida (es decir, la “forma de ser” en el día a día) y un cambio metodológico (es decir, la “forma de enseñar”), lo que requiere un tiempo indeterminado para adherirse y alinearse progresivamente a la esencia del MRPS. En este sentido, los estudios muestran que los programas a largo plazo, superiores a seis meses, permiten a los docentes una mayor adherencia a la esencia y los principios fundamentales del MRPS. Consecuentemente, este tipo de programas tienden a ser más efectivos para promover cambios duraderos en el comportamiento de los jóvenes, ya que les permite adquirir y practicar habilidades clave para la vida, lo que aumenta la posibilidad de transferir los aprendizajes a otros contextos de sus vidas. Algunas revisiones sistemáticas (Pozo et al., 2018; Jiménez-Parra et al., 2024) sugieren programas de larga duración, durante al menos seis meses de aplicación, con sesiones de 55 a 60 minutos y una frecuencia de al menos dos veces por semana, para maximizar los beneficios del MRPS. ŦŦ Fidelidad de la implementación. Aunque el MRPS ha demostrado ser eficaz en una amplia variedad de contextos, uno de los principales desafíos que enfrenta es la fidelidad en su implementación. A medida que el MRPS se ha extendido a nivel internacional y ha sido adaptado por diferentes docentes y entrenadores a sus contextos socioculturales, existe el riesgo de que algunos de sus principios fundamentales se diluyan o se modifiquen de manera que afecten su significatividad y efectividad (Hellison y Walsh, 2002). Varios estudios han señalado que cuando los programas no se alinean con los principios y la esencia del MRPS, los resultados tienden a ser menos efectivos (Jiménez-Parra et al., 2024). A diferencia de las primeras etapas del MRPS, en la actualidad, la mayoría de los programas basados en el MRPS se están llevando a cabo fuera de Estados Unidos y rara vez son dirigidos por expertos reconocidos (p. ej., estudiantes de doctorado de Hellison) (Jiménez-Parra et al., 2024). Por ello, es fundamental que los docentes (sobre todo, los noveles) reciban formación adecuada por expertos bien fundamentados en el MRPS para implementarlo correctamente (Toivonen et al., 2019). Esto les permitirá adquirir las habilidades necesarias para implementar y utilizar herramientas específicas, como el TARE para evaluar la fidelidad de la implementación (Escartí et al., 2015; Wright y Craig, 2011). La implementación exitosa del MRPS como enfoque pedagógico requiere una formación docente específica que permita interiorizar su filosofía y esencia, contribuyendo al dominio de sus principios fundamentales para garantizar un alto nivel de fidelidad. Es fundamental que los docentes comprendan claramente los principios que están enseñando y reflexionen sobre cómo valoran el MRPS en su práctica educativa. Además, es importante que cualquier persona que implemente el MRPS evalúe su programa para verificar la fidelidad y asegurarse de que están aplicando el modelo en todo su potencial. Esta evaluación también proporciona a los docentes y entrenadores la oportunidad de hacer cambios o ajustes en caso de ser necesario. La Herramienta de Reflexión Posterior a la Enseñanza TARE y la Lista de Verificación de Implementación del MRPS son opciones relativamente fáciles de usar para verificar la fidelidad (Gordon y Beaudoin, 2020).