el Modelo de Responsabilidad Personal y Social (MRPS)

variables psicosociales, como la motivación y autodeterminación del individuo (García-Castejón et al., 2021). Del mismo modo, se encuentran otras hibridaciones con otros modelos que tratan de abordar contenidos de forma transversal. Por ejemplo, en la investigación de Melero-Canas et al. (2021) basada en la que la hibridación del MRPS y la gamificación, se muestran resultados positivos en términos de predisposición hacia la práctica física derivada de la motivación experimentada por el alumnado durante la intervención. Por su parte, la hibridación con el Aprendizaje Cooperativo también se ha empleado para desarrollar contenidos curriculares de carácter transversal (Fernández-Río y Méndez-Giménez, 2016), como las habilidades de trabajo en equipo, la iniciativa o la responsabilidad (Fernández-Río, 2014). Ante este contexto cabe señalar que el MRPS se configura como un recurso metodológico idóneo para la hibridación con otros modelos para trabajar tanto contenidos específicos del área, como otros comunes con otras disciplinas educativas. La flexibilidad metodológica del MRPS pone a disposición del docente las condiciones para trabajar de forma simultánea el desarrollo de actitudes y valores responsables, junto con otros contenidos específicos como el deporte, la actividad física y la salud o las actividades en la naturaleza. Estas hibridaciones favorecen la potenciación de las características de ambos modelos implicados en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por ejemplo, si el MRPS se aplica junto al aprendizaje servicio, se garantiza la transferencia de lo aprendido en clase al entorno del participante; por su parte, si se trabaja con la autoconstrucción de materiales, se contribuye al desarrollo de actitudes respetuosas con los demás, con el material y con el entorno, correspondientes al Nivel I, o de autodirección, referidas al Nivel III. A lo largo del bloque III de este libro, se describen posibles estrategias prácticas para la aplicación de distintas hibridaciones, poniendo de manifiesto los beneficios que estas pueden presentar. ŦŦ La implementación del MRPS más allá de la EF y el deporte. El MRPS ha sido tradicionalmente implementado en el contexto de la EF y el deporte, pero su potencial trasciende este ámbito. Varios estudios indicaron que integrar el MRPS en el currículo escolar más amplio podría ser factible y beneficioso para promover el desarrollo social y emocional (Escartí et al., 2012; Gordon et al., 2016; Lee y Choi, 2015). Esto va en consonancia con el interés creciente por el aprendizaje social y emocional, la salud mental y el bienestar de los jóvenes, lo que ha provocado que muchos países hayan priorizado estas cuestiones en sus planes de estudio y políticas nacionales, yendo más allá de la EF. En los últimos años, investigadores y educadores han comenzado a explorar cómo los principios de responsabilidad personal y social pueden aplicarse en otras áreas curriculares, ampliando el alcance del MRPS hacia una educación más integral (Jiménez-Parra et al., 2024). Escartí et al. (2012) fueron pioneros en la aplicación del MRPS fuera del contexto de la EF. Tras haber trabajado con participantes en riesgo de exclusión social, en una primera fase, y con la totalidad del alumnado en las sesiones de EF, en la segunda, se decidió desarrollar una tercera fase, para implementar el MRPS a la totalidad del centro, atendiendo a la flexibilidad y posibilidades de adaptación que este modelo presenta. Tras su desarrollo, se concluyó que la aplicación del MRPS en todas las áreas permite integrar los contenidos curriculares y la filosofía de la escuela, mejorando la responsabilidad del alumnado. Posteriormente, se han desarrollado otros estudios que aplican el MRPS desde un enfoque multidisciplinar, como el de Escartí et al. (2018) o Manzano-Sánchez y Valero-Valenzuela (2019), con resultados positivos en el desarrollo de la responsabilidad personal y social.