el Modelo de Responsabilidad Personal y Social (MRPS)

formas de opresión, especialmente en entornos escolares que enfrentan desafíos sociales significativos, como comunidades desfavorecidas y vulnerables (Jiménez-Parra et al., 2024; Shen et al., 2022). Barker et al. (2021) argumentan que la integración del MRPS puede transformar profundamente las prácticas educativas al promover una visión de la educación centrada en el desarrollo humano integral y socialmente justo. Según estos autores, al adoptar el MRPS, las escuelas no solo luchan contra las presiones neoliberales, sino que también se comprometen a crear un entorno educativo que reconozca y nutra el potencial de cada estudiante como un agente de cambio social (Hellison y Walsh, 2002; Martinek y Hellison, 2016; Van der Mars, 2020). Por lo tanto, este capítulo tiene como objetivo guiar a los educadores sobre cómo incorporar el MRPS en la EF preescolar, transformándola en un vehículo para desarrollar habilidades personales y sociales. 2. Metodología y contextos En el contexto de la educación preescolar, comprender los objetivos de aprendizaje establecidos es crucial, ya que estos objetivos determinan cómo se prepara a los niños para enfrentar futuros desafíos tanto en la escuela como en la sociedad. La educación preescolar no se limita al desarrollo académico, sino que abarca una visión holística del niño, considerando los aspectos cognitivos, sociales, emocionales y físicos como partes interconectadas de un proceso educativo orientado hacia el crecimiento integral del individuo (Sylva et al., 2004). En Portugal, el Currículo de Educación Preescolar (CEP; Ministério da Educação, 2016) establece directrices claras para la educación de niños entre las edades de 3 y 6 años, organizando los objetivos de aprendizaje en tres áreas principales: desarrollo personal y social; expresión y comunicación; y comprensión del mundo. Estas áreas reflejan un enfoque integrado que busca desarrollar habilidades esenciales de manera equilibrada. El área de desarrollo personal y social se enfoca en el desarrollo de habilidades sociales y emocionales como la cooperación, el respeto por los demás, la autonomía y la responsabilidad. El CEP subraya la importancia de ayudar a los niños a formar una autoimagen positiva e interactuar de manera positiva con los demás, desarrollando valores como la empatía, el respeto y la solidaridad (Ministério da Educação, 2016). El área de Expresión y Comunicación aborda el desarrollo de habilidades de comunicación verbal y no verbal, incluyendo la expresión oral, la expresión a través del arte y la música, y el uso del cuerpo en actividades expresivas en diversos entornos. El énfasis está en la comunicación y el movimiento como medios de expresión e interacción social, permitiendo que los niños exploren y comprendan el mundo que los rodea (Vasconcelos, 2017). El área de Comprensión del Mundo implica introducir a los niños en el mundo natural y social, fomentando la curiosidad y el pensamiento crítico. Así, se anima a los niños a observar, cuestionar y explorar el entorno físico y social, desarrollando una comprensión básica de conceptos científicos, matemáticos y culturales (Barros y Ferreira, 2016). En los Estados Unidos, el Marco de Resultados de Aprendizaje Temprano de Head Start (HSELOF, por sus siglas en inglés) sirve como una guía para el desarrollo infantil desde el nacimiento hasta los cinco años. El HSELOF se estructura en torno a cinco dominios centrales, con el objetivo de asegurar que los niños ingresen a la escuela primaria con las habilidades necesarias para el éxito académico y social (U.S. Department of Health & Human Services, 2015). El dominio asociado a los enfoques hacia el aprendizaje incluye habilidades relacionadas con la curiosidad, la persistencia, la iniciativa y la

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